HAY MAS MUERTOS EN LA 3era GUERRA MUNDIAL QUE EN LAS 2 ANTERIORES JUNTAS
Sesión con Luca (29, SP), Rafaela (39, Fortaleza), Alan (41, Taipei-tw) y Alessandra (36, São Paulo)
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T17: Les leo lo que dijo Isabela terminando una sesión hace varios meses: la 3era guerra mundial es híbrida y hay muchos más muertos que en las dos del siglo XX. Solamente en 2018 fueron abortados casi 42 millones de bebés en el mundo. ¿Contención o liberación dicen ustedes?... ¿eres consciente de que ni siquiera Trump lo ve así ahora? Es el conjunto de intereses que responde a la tradición aislacionista del interland americano. Los americanos, a lo más, están con lo de las armas tipo EPM. Qué se yo, por ahí los polacos…o Hungría. ¿En serio le pides esto al Brasil de la pizza y la cerveza?
RAFAELA: Ok recordemos también el verdadero cierre de esa sesión que has leído. ¿Alguien se acuerda? No voy a leer yo porque no lo tengo, pero Thiago había dicho ahí que el Brasil pizza y cerveza es el de la política de las vacilaciones. Todo bien. Pero también, ¡cuidado! que Thiago hablaba de la existencia de dos Brasil. Uno es ése, el de la neutralidad y el compromiso, el que no castiga a las elites, donde los tipos del establishment corrupto, si visitan la cárcel, salen rapidito. Pero hay otro Brasil, el que abandonó el silencio en 2013 y plantó la pregunta: ¿tenemos que conformarnos con seguir a la defensiva?
ALAN: Hay dos Brasil. Usémoslo como hipótesis. Ok. ¿Qué hay de vivo ahora mismo en el Brasil indignado, el Brasil que no se resigna al contubernio? Quedan las manifestaciones que no cesan desde 2013 y que, por lo menos, hasta las cuarentenas estaduales, alentaron al presidente desde todo el país. Pero principalmente las redes sociales no se resignan a la capitulación. Yo quiero señalar que hubo un cambio desde 2016. Las cuarentenas como que frenaron la radicalización, digamos, soberanista, que amenazaba demoler el dique de contención de la derecha modelo 64. Poco antes de las cuarentenas las manifestaciones comenzaban a exigirle al presidente que cumpla con las demandas anti-corrupción y anti-comunistas de campaña. El tema es que, del otro lado, hay un Brasil muy podrido que no se repliega. Es un escenario explosivo.
LUCA: Explosivo, sí. Crucemos la hipótesis del Brasil bifronte con otra que se desprende y es la del escenario de una guerra civil. Hasta 2019 sí que había potencialidad de guerra civil. Había, digamos, generales de un lado y generales del otro, con una línea divisoria que pasa por quienes son del mecanismo y quienes no lo son. Aclaremos. Este Brasil bifaz, a su vez, está recorrido como en cualquier sociedad y mucho más en sociedades de desconfianza --parafraseando a Peyrefitte-- por un agrietamiento reticular donde hay antagonismos y rivalidades por doquier. Del lado del Brasil de la rosca te encuentras, por ejemplo, con quienes quedaron engrampados en el mecanismo articulado por las presidencias tucano-petistas, los gobiernos del Foro de São Paulo. Pero también a los que saben que todo el sistema se desmoronaba y había que confinar a los locos megabillonarios del desvío de fondos públicos, la mayoría de los cuales acabó engullendo el mal trago Bolsonaro... qué se yo, un Witzel o un Doria, por poner ejemplos de la política que apenas ganó Mito pasaron a boicotearlo al cien. Entonces tenías generales de un lado y generales del otro. Quiero decir que, aun siendo de la misma generación, era posible identificar generales, digamos, funcionales al mecanismo y generales partidarios de poner al sistema en caja. Eso fue pura potencialidad de guerra civil. Hoy parece que se terminó. Salvo que se exprese algún sector tapado de la oficialidad, todo indica que las FFAA son conducidas por un generalato que es el mismo que hizo su carrera en el Brasil de la trenza. Y ahora todo indica que ese generalato mece su cuna corporativa, por así decirlo, desde el gobierno. Dicho esto, se cerró la potencialidad de guerra civil porque, primero, tienen que existir dos comandos y solamente el Brasil de la rosca tiene Estado Mayor y es el STF (Corte Suprema, NdeR). Entiéndase bien, se trata de un consenso, la rosca es eso, un consenso, el consenso del estamento burocrático contra el pueblo. ¿Se entiende? Cualquiera que haya estudiado historia sabe que no hay guerra civil sin ruptura de las FFAA. Y las FFAA, por ahora, se quedan del lado rosquero, dentro del gobierno, pero funcionales al Brasil del contubernio. En el otro Brasil, el de las calles, las comunidades de internet, el Brasil que apoya al Presidente en las encuestas, todo continúa espontáneo, sin medios de fuerza, sin militares, al menos sin militares que den la cara. Es que, por fin, hay que enfrentar una realidad: en el fondo de esos dos Brasil que tanto hablamos, hay un Brasil, digamos, antropológico: fútbol, carnaval, samba… y macumba. Fue, en parte, producto de la política cultural desde Getulio Vargas con el cafajestismo (según el diccionartio Houaiss, uno de los significados de la palabra cafajeste es: individuo sin nobleza de sentimientos, con malformación de carácter, en quien no se puede confiar; sinvergüenza, bellaco, NdeR)
RAFAELA: Hay que considerar eso seriamente. Porque sin proporciones no sirve de nada hablar de dos Brasil. ¿Hay un suelo común y es el que señala Luca? Los hermanos Weintraub no solamente salieron del gobierno, ¡se fueron del Brasil! Con el exilio de Allan Dos Santos, y Olavo que ni siquiera quiere visitar este país…Tienen que mirar cuando acá se habló el año pasado, creo, de la derecha modelo 64, pues eso es el generalato: la trenza, el Brasil rosquero, si haces el mapeado reticular verás que este Brasil no es solamente progresista, ¡’tiene su propia derecha! La derecha m-64 es la derecha del estamento burocrático. Y a veces parece que eso es toda la derecha que Brasil tolera.
ALAN: Dicho esto, quedan dos alas gravitantes de la alianza gubernamental, el generalato y los liberales clásicos –conservadores, en fin-- con eje en el ministro Guedes, el Canciller Araújo no es parte de una tendencia gravitante dentro del gobierno. Los generales son la derecha 64, como ya se ha dicho, que de derecha tienen apenas que no son leninistas. Quiero decir, el gobierno es ahora una alianza entre el obsoleto positivismo desarrollista, el mismo que terminó en el retorno de los brujos en los 80as, por un lado, y el libre empresarialismo por el otro. Me temo que el corporativismo armado es más intenso porque el empuje inicial del Ministerio de Economía quedó minado por las operaciones de confinamiento con las cuarentenas estaduales del CoVid 19 y las operaciones más específicas contra el gobierno. Y si ves bien, ¿qué queda del dinamismo del gobierno Bolsonaro? ¡La obra pública! Queda en pie el 64...
ALESSANDRA: Bueno, sigamos esa lectura de los dos Brasil, el de la trenza y el del hartazgo con la trenza. Ahora, con la crisis de la operación pandemia, sabemos que hay dueños de ese Brasil de la trenza: el mecanismo, la mayoría de los votantes del PT, los que dominan el Legislativo (alguno son propiamente el mecanismo), el STF (son propiamente el mecanismo), el mecanismo superestructural (sistema educativo y medios de masa), los grandes empresarios prebendarios y los altos mandos militares. Nada menos. Claro, entre ellos hay conflictos de todo tipo. El mapa reticular de grietas que decían. En 2016 en el Poder Legislativo, en el Poder Judicial se chocó con el mecanismo, y la alta oficialidad de las FFAA se abrió. El trauma se mantuvo hasta que ganó Bolsonaro. Incluso el triunfo de Bolsonaro no puede explicarse sin esa crisis, al punto que las propias FFAA proveyeron gran parte del staff gubernamental al capitán. Pero todos esos, que se han escupido y trampeado más de una vez entre sí, se unen por la sobrevivencia del Brasil rosquero. Bastó que gane Bolsonaro para que coincidan progresivamente. La cuestión China desde el vamos. La trampa Moro. La punta de lanza es la Corte Suprema. Probablemente el propio gobierno Bolsonaro ya haya sido deglutido por el Brasil rosquero. El doctor Evandro Pontes denuncio hace más de un año el golpe de Estado y que hay una verdadera dictadura judicial mediante la transferencia del poder Ejecutivo al STF.
LUCA: Hay que ver. Sea como sea, Bolsonaro no es el gobierno de esta runfla, no es el gobierno de la trenza brasileña. El presidente no es del palo (los ministros del STF lo son). Ahora, eso sí, vamos a decirlo claro, por lo que vimos en este 2020, el Ejecutivo fue reducido a la mínima expresión. Lo que venía era descartar al Presidente. Pero los resultados de Paraná Pesquisa y todos los que vinieron después en las encuestas, expresan que el presidente lidera las tendencias, y eso quiere decir que un Ejecutivo al mínimo, un mini Bolsonaro, que administra eficientemente, pero deja todo lo demás al mecanismo, funciona. Es la narrativa de los generales. Que Bolsonaro se dedique a la obra pública y a la administración, todo lo demás se lo dejamos a los políticos que, en los hechos, son la izquierda... ¡Y ese todo lo demás es la ingeniería social nada menos! El rediseño post-humano que está en marcha en el mundo. De ahí a la promoción del Bolsolight hay un paso, Incluso puede que los rosqueros se resignen a este presidente en el cargo para usarlo como chivo expiatorio llegado el caso. En fin, veremos en los próximos meses.
ALESSANDRA: A esta altura del partido, es para conformarse con un gobierno consistente en una administración eficiente y honesta, ok, pero anti-aborto. En contexto 2020, es mi límite. Punto. No espero más. A veces pienso que estamos dando el último manotazo de ahogados con Trump. No soy pesimista. Tomo en cuenta siglos de caída civilizacional. ¡Para no hablar de la más larga de todas las ondas que es la adánica! El curso de la humanidad no describe una asíntota.
RAFAELA: Hay un 2020 corto, digamos, que termina el 3 de noviembre, con las elecciones americanas. El 2020 largo será el de las consecuencias. Las consecuencias del resultado de esas elecciones y las consecuencias de las cuarentenas. Supongo que, por diversos motivos, los líderes hacen tratos metapolíticos. De sobra los hay preternaturales. Nuestra clase política está llena de esos, cada uno tiene su pai-de-santo. El ícono de esto para ustedes es López Rega, ¿no es así? Ok. Sucede que, de vez en cuando, hay líderes que se animan a hacer negocios con Dios. Para mí es más que claro que últimamente se intensificó esta “vía celeste”, Trump, Bolsonaro y varios líderes de Europa del Este con sus consagraciones a la Virgen. Todos son acérrimos pro-life. Toma por ejemplo a Luis Colosio, el candidato mexicano. En 1994 sufre un atentado en Tijuana que acaba con su vida, muy parecido al que sufre Bolsonaro en Juiz de Fora. iHay un modus operandi para estos casos! Pero, a diferencia del mejicano, Bolsonaro sufre 4 operaciones de alta complejidad. ¡Y sobrevive! Bien, yo apuesto, indiciariamente, que es parte del pacto sobrenatural de estos líderes. Pongamos que es un manotazo de ahogado. Pero, por lo visto, parece más que suficiente para que Dios tenga un último pretexto y se compadezca. Hay que seguir nadando, la marea divina traerá más milagros. O milagrecos como la candidatura de Kanye West en Arkansas, Illinois. Missouri y Mississipi. (risas de todos)
ALESSANDRA: Bueno, a mí con esta experiencia de la pandemia global se me acabaron las expectativas mundanas en otro emisario imperfecto. En palabras de los líderes evangélicos americanos, ya no espero otro Ciro posmoderno. Ustedes saben. Katejón es una palabra utilizada por San Pablo para referirse a cierto impedimento o cierta persona --a la fuerza, en fin-- que impide aún el gobierno del Anticristo. Una vez fue el Imperio Romano, últimamente EUA aplicando a Newman (NdeR: estudiamos la referencia y encontramos esto: Los reinos en los cuales el Imperio Romano iba a ser dividido son la continuación y terminación de ese mismo Imperio, el cual permanece, y en cierto sentido vive desde el punto de vista profético, cualquiera sea el modo en que resolvamos la cuestión histórica. JOHN H. NEWMAN, "Cuatro sermones sobre el Anticristo", trad. Carlos Baliña, Ediciones del Pórtico, Buenos Aires, 1999; pp. 23-24). Casi nos quedamos sin el katejón con Obama. Pero llegó Trump y ahora es este presidente americano el que retarda la iniquidad. “Trump el obstaculizante”, debiéramos llamarlos así, en sentido paulino, a estos gobiernos patrióticos. Pero el mundo ya no los soporta, ni a Trump ni a sus admiradores menores, los Bolsonaro. Como sea, estos gobiernos tienen los meses contados, un puñado de años a lo sumo. Y nada indica que Trump no sea el último katejón antes del gobierno mundial, la última fase del esquizoanálisis, software de red para acceder a los cuerpos sin órganos, el neo-China alcanzando la fusión de la mente humana con las máquinas, que me parece es la forma actual del impío, del inicuo bíblico. Yo no veo cómo parar esto que trae un impulso de bólido. Así las cosas, si estoy en lo cierto, el tiempo oportuno está pronto. En palabras del Apóstol: Tan sólo con que sea quitado de en medio el que ahora le retiene, entonces se manifestará el Impío, a quien el Señor destruirá con el soplo de su boca, y aniquilará con la Manifestación de su Venida. No. Yo no veo mayor motivo para que el hecho de que no haya más nadie para sujetar la iniquidad absoluta, nos haga perder el sueño. Lo demuestra el capitán con su gobierno: no queda mucho más por hacer. Y es bien posible que, a partir del próximo octubre americano, no nos quede otra que dedicarnos, al fin, a lo que pide Nuestra Señora desde 1913. ¡Ya era hora!