¿Normalidad democrática?
La política brasileña, durante más de
medio siglo, fue tan generosa y maternal con los izquierdistas, que ellos,
después de robar billones de reales, desgraciar la educación nacional, diseminar
entre dictadores asesinos y bandas de narcortaficantes el dinero de nuestro
pueblo, aún cuentan, en los medios, en el Parlamento, en la justicia, en el
show business y en el sistema de enseñanza, la autoridad moral de criticar al
gobierno y acusar de nazi a medio mundo. Mientras el gobierno siga
aceptando como "normalidad democrática" esta situación aberrante y
absurda, tendrá sus manos atadas y no podrá realizar sino una fracción mínima
de los planes salvadores que constituyen su razón de ser.
Olavo de Carvalho, en cuadernos netnográficos.