El rey-filósofo
Veo esos carteles de Olavo en las manifestaciones (en la foto, yo en 2015), los gritos, los cánticos, las ovaciones cada vez más populares coreando su nombre, y no dejo de pensar en el concepto de "rey-filósofo" de Platón. Creo que sólo ahora se puede entender verdaderamente la magnitud real de este concepto. Estamos viéndolo en la práctica, en el presente, con nuestros propios ojos. Las personas normalmente leen las analogías y metáforas de la "República" (y, por cierto, de todos los demás diálogos) de manera totalmente plana. Ellas forman la imagen de un tiranuelo metido a intelectual, o de un filósofo que busca dárselas de político, alguien embebido de hybris y sed de poder. Pero, en el fondo, si usted presta atención, lo que Platón quería decir es que el verdadero filósofo SÓLO puede ser un rey-filósofo, y que no existe otra fuerza social más poderosa que la del espíritu. El filósofo, como tipo ideal, es el TIMONERO de la civilización. Aunque eso vaya contra su voluntad. El orden de su alma y la amplitud de su horizonte cognitivo transbordan más día menos día hacia los otros estratos de la cultura y de la sociedad. Los carteles y gritos de ovación son sólo la espuma de ese maremoto. "Los grandes acontecimientos de la historia mundial son, en el fondo, de menor importancia, sólo es esencial la vida subjetiva del individuo, ella hace la historia, sólo en ella suceden en primer lugar las grandes transformaciones, todo el futuro y toda la historia mundial brotan cual gigantesca suma de esas fuentes ocultas del individuo. En nuestra vida más privada y más subjetiva somos no sólo objetos pasivos, sino los que generan una época, nuestra época somos nosotros!” Karl Jung
R. M. Dos S., Cuadernos Netnográficos