Los movimientos. ¿Punto final para la obligatoriedad escolar?
M.C. es una joven y reconocida emprendedora educacional que apoya el pujante movimiento Homeschooling en Brasil. Aquí un punteo suyo sobre la reciente firma del Proyecto de Ley por el presidente Bolsonaro --para el presidente, cabe a la familia decidir cuál es la mejor forma de enseñanza para sus hijos.- legaliza y reglamenta la Educación Domiciliaria:
Acabo de dar una entrevista a una periodista de la revista VEJA sobre Homeschooling. Las preguntas fueron rutinarias, claro: 1. ¿Y la socialización? 2. ¿Y si el Proyecto de Ley no sale? 3. ¿Cuál es su problema con la escuela? 4. ¿Cuál es su motivación? ¿Es religiosa? Voy a resumir aquí mis respuestas.
1. La socialización de verdad sucede fuera de la escuela, con diversidad de edades e ideas, no con niños enlatados en una habitación todo el día con otros del mismo CI y solo con minutos de recreo para conversar.
2. ¿Quién es o el gobierno para decir lo que debo o no hacer en relación a la educación? Basta con mirar los datos del examen Pisa y el nivel de analfabetismo funcional que hay en el país para ver por qué el gobierno es la última institución a quién debo pedir opinión sobre la forma de educar a mis hijos. Con ley, o fuera de la ley, vamos a continuar.
3. Mis problemas con la escuela son muchos, voy a resumirlos: imbecilización y control de masas, despersonalización, formación de establo en lugar de mentes libres, manipulación psicológica, diplomatura sólo para ser burócrata, baja cultura y ambiente literario e intelectual televisivo, más allá del karma de tener que salir de casa todos los días para escuchar latir analfabetos funcionales formando a otros analfabetos funcionales. Innecesario.
4. Mi motivación es dar a mis hijos la mejor educación que pueda, cueste lo que cueste. Si las escuelas la proporcionaran, no me molestaría pagar la más cara del mercado, pero no confío la inteligencia de mis hijos a ninguna escuela brasileña. Soy católica, pero no es por motivos religiosos que opté por la educación domiciliaria. Es para darles el verdadero amor al conocimiento, un ambiente literario y científico orientado por el amor a las letras y a las ciencias, y no por miedo del mundo o del adoctrinamiento. Me adoctrinaron y yo estoy aquí sana y salva, porque en casa yo siempre estudié libre, intensa y apasionadamente. Quiero darles la oportunidad de ser libres y amar, aprender y estudiar en lugar de hacerlo sólo para obtener notas o aplausos ajenos.