2016, marzo. Seis millones en las calles. La mayor manifestación en la historia del Brasil.
Resulta evidente que las definiciones de revolución como las propuestas por Tilly (1978) o Skocpol (1979), no capturan la esencia de la Revolución Canarinha en una forma adecuada, lo que también ocurre con las llamadas Revoluciones de Color (Tudoroiu, 2007). Siguiendo con este orden de ideas, aunque la Revolución Canarinha conserva ciertos rasgos de las revoluciones clásicas tales como el papel preponderante que ocupa la ideología, el descrédito público del orden vigente y la subsistencia de la participación de movimientos de masas, la principal diferencia radica en que no es violenta.